Las vitrinas del claustro

Con motivo de la exposición de Las Edades del Hombre “Testigos”, en 2004, el claustro de la Catedral fue adaptado para la visita turística, acristalando el conjunto e introduciendo vitrinas en las crujías este y sur. Actualmente dichas vitrinas acogen numerosas piezas de orfebrería, entre las que se intercalan capiteles y cruces de piedra procedentes de la primitiva construcción catedralicia.

Las Cruces Procesionales responden a modelos propios de los siglos XIV a XVI, como la realizada en 1580 por Diego de Alviz, en plata con figurillas sobredoradas. También es importante la colección de cálices expuestos, siendo el más moderno el realizado por Espúñes en el siglo XIX, mientras que el más antiguo es el llamado Cáliz de San Segundo, de 1320. Esta pieza, procedente de la ermita del santo patrón abulense, se completa con una patena, ambas piezas trabajadas en bronce sobredorado, repujado y con esmaltes, realizadas según la inscripción, por el sienés Andrea Petrucci.

Otras piezas relevantes son la arqueta eucarística de 1675, en bronce dorado con esmaltes y rematada en una figura de Cristo Resucitado, o la lámpara cristiano-romana que muestra el «Agnus Dei», trabajada en barro cocido y fechada en el siglo IV.