La Semana Santa nos deja año tras año, escenas para el recuerdo en el exterior de la Catedral, junto a la que discurren la mayoría de las procesiones, y donde se producen emotivos encuentros, como el que tiene lugar la noche del Lunes Santo entra la Virgen y su hijo, ante una gran multitud de personas (Procesión del Encuentro, entre el Santísimo Cristo de la Ilusión y Nuestra Señora de la Esperanza).
Además, la Catedral de Ávila es en estos días un ir y venir constante de gente: devotos, turistas, religiosos y curiosos, ya sean abulense o foráneos, que se mezclan con los cofrades que se afanan por cuidar hasta el último detalle de las imágenes titulares de sus cofradías penitenciales. En estas fechas, todo aquel que reside o llega a Ávila, tiene un motivo más para visitar la Catedral, pues su interior se convierte en un pequeño museo que acoge algunos de los pasos procesionales más bellos de la ciudad. Durante esta Semana de Pasión, las imágenes permanecen inmóviles ante nuestros ojos, siendo una magnífica oportunidad para disfrutar de cerca y sin prisas de todos los detalles que pasan desapercibidos mientras procesionan por las calles.
Si bien es cierto que, en cualquier momento del año, puedes disfrutar en la girola de la catedral del Santísimo Cristo de las Murallas, o de las figuras que conforman la escena de La Oración en el Huerto en una de las capillas del claustro (Capilla del Crucifijo o de Anaya), el resto de imágenes permanecen ocultas o dispersas por la ciudad fuera de estas fechas.
Es el caso, por ejemplo, de uno de los pasos que despierta mayor devoción entre los abulenses: Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, que llega a la Catedral en la tarde del Domingo de Ramos, después de que ese mismo día, la Catedral sea el punto de inicio de la Procesión de las Palmas, protagonizada por los pasos de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de los Infantes.
En la tarde del Martes Santo, “Medinaceli” recorre las calles de Ávila junto con otros pasos que también puedes descubrir en tu visita a la Catedral: San Pedro Llorando, el Nazareno del Perdón, del grupo escultórico que forma el Calvario, el Cristo Yacente, la Virgen de las Lágrimas o la Virgen del Mayor Dolor. Todas ellas, son magníficas obras de arte, pertenecientes a la Archicofradía de la Real e Iltre. Esclavitud de Ntro. Padre Jesús Nazareno «Medinaceli».
Ya en la tarde del Miércoles Santo, la Catedral se convierte en final de un recorrido que comienza en la zona sur de la ciudad, acogiendo desde ese momento la imagen de Nuestra de las Angustias, perteneciente a la cofradía que lleva su nombre, y que procesiona en la noche del Viernes Santo, en la Procesión de la Pasión y Santo Entierro, cuyo inicio es precisamente el templo principal de la capital abulense.
También te esperan en la Catedral los pasos titulares de la cofradía más antigua de Ávila, la del Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz (data de 1540). De entre todos, destacamos los llamados “Salzillos castellanos”: La Santa Cena, el Prendimiento y la Caída. Todos ellos son obras de principios del siglo XX de Manuel Sánchez Araciel, que siguen muy de cerca e incluso copian los modelos del escultor Francisco Salzillo y que, en Ávila protagonizan en tarde del Jueves Santo la “Procesión de los Pasos”. Junto a ellos, también encontrarás aquí los pasos de: la Santa Vera Cruz, el Cristo amarrado a la columna, la Santa Faz o la Tercera Palabra (del cual forma parte un Cristo del siglo XVI, que habitualmente puede verse en la Capilla del Crucifijo o de Anaya, en el claustro de la Catedral).
Y terminamos este breve recorrido, que no se agota aquí, mencionando al paso más “viajero” de la Semana Santa, que además protagoniza el cartel oficial de la Semana Santa de este año 2019: el Santísimo Cristo de los Ajusticiados (siglo XVI). También perteneciente a la cofradía de la Vera Cruz, llega a la Catedral en la mañana del Jueves Santo, para participar primero en la procesión de la noche, y ya en la madrugada el Viernes Santo y en solitario, ejerce de guía de la multitud que, en la penumbra de la madrugada, lo acompaña en su recorrido alrededor de la muralla durante el Vía Crucis.
El Viernes Santo, la Catedral se convierte en un punto de referencia de la Semana Santa abulense, al ser lugar de inicio y fin de la Procesión de la Pasión y el Santo Entierro. En ella participa la Junta de Semana Santa y todas las cofradías de la ciudad, y vuelven a salir a las calles algunas de las tallas que ya salieron días atrás, y con ellas, el Santísimo Cristo de las Murallas, el paso mas «abulense» de todos, símbolo de la Semana Santa de Ávila.
Por todo ello, la visita a la Catedral de Ávila, e incluso a su torre-campanario, esta Semana Santa está más justificada si cabe. Te invitamos a acompañarnos durante las celebraciones litúrgicas, y para que puedas disfrutar de los magníficos tesoros que esconde la primera catedral gótica de España, hemos ampliado nuestros horarios.
En este enlace puedes consultar horarios y recorridos de las procesiones de Semana Santa de 2019 en Ávila.