Las vidrieras

Los ventanales de la catedral de Ávila siguen una evolución paralela a la del resto de la construcción. Los vitrales de mayor importancia son aquellos correspondientes a la girola, la capilla mayor, el presbiterio y el crucero, todos del siglo XV-XVI. Solo encontramos un único ejemplo de siglos anteriores, la vidriera central superior de la capilla mayor, realiza hacia en el siglo XIV con soluciones de forma y color propias del Gótico Internacional.

En la capilla central de la girola, la de Nuestra Señora de Gracia, se puede apreciar una representación de La Virgen con el Niño, obra de 1497 realizada por Juan de Valdivieso y Diego de Santillana. En ella se constata la influencia del arte flamenco en una representación minuciosa y preciosista. Los mismos maestros, serán los que trabajen en las vidrieras del crucero norte. Obra suya es la vidriera de las vírgenes, con Santa Inés, Santa Águeda, Santa Marta y Santa Catalina.

Alberto de Holanda y su hijo Nicolás se encargaron de continuar el conjunto a partir de 1520. A ellos les corresponde el colegio apostólico del primer nivel de la capilla mayor, así como el cierre de los ventanales del crucero sur con la representación de algunos santos, en los que se observa la influencia del estilo renacentista mediante el tratamiento de la perspectiva, la ornamentación clásica y el mayor volumen de los cuerpos.

Un acontecimiento importante para las vidrieras de la catedral abulense fue el fuerte terremoto de Lisboa del año 1755, por el que se destruyeron algunos de los vitrales y que llevó al tapiado del conjunto de vanos de la nave central. A partir de mediados del siglo XX se inició un proyecto de recuperación de la primitiva luminosidad del templo catedralicio de Ávila. Se abrieron los vanos cegados y se colocaron vidrios de tonalidades claras y formas geométricas; restaurándose también las vidrieras originales que habían sufrido daños y realizándose otras nuevas, como la que se sitúa en el eje axial de la capilla mayor y que representa a San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, obra de la Casa Maumejean de 1930.